La huerta casera
Por Santiago De Choch
Nuestro columnista invitado esta semana proviene originalmente de Buenos Aires, Argentina. Antes de su graduación en la Universidad del Salvador, participó en experiencias de jardines comunitarios y granjas orgánicas en localidades tan diversas como Bolivia, México e Israel. Residente en el suroeste de la Florida por más de una década, posee actualmente una pequeña finca orgánica en Pine Island, donde produce sus propias frutas y vegetales, además de criar gallinas y abejas. Su principal fuente de ingresos es como jardinero, creando pequeñas huertas para residencias, escuelas y restaurantes. Es además organizador del GreenMarket en Alliance for the Arts (McGregor y Colonial, Fort Myers, sábados por la mañana), un mercado comunitario que agrupa a pequeños productores locales y entusiastas de la jardinería.
La huerta casera provee una cantidad de beneficios de distintas índoles, desde la mejora en la alimentación de la familia con el empleo de frutas y hortalizas frescas provenientes del terreno que circunda la vivienda, hasta el ahorro al tener que comprar menos alimentos en la tienda, el ejercicio, y el aprendizaje de una útil habilidad por parte de los más pequeños, que les será provechosa en el futuro.
Un recuerdo imborrable de mis viajes por áreas rurales en Latinoamérica son estas pequeñas huertas en la mayoría de las viviendas, que permiten suplementar la dieta familiar sin tener que ir muy lejos. Vemos árboles de mango, aguacate; detrás de una cerca, vemos las puntas del maíz que florea en el terreno; vemos salir de la casa a una doña, tijeras en mano, a cortar hierbas frescas de las macetas: cilantro, romero, albahaca; oímos el zumbido de las abejas, y el cacareo de las gallinas.
En nuestra región de la Florida existen limitaciones acerca de animales que podemos críar domésticamente. Un gallinero, por ejemplo, no es aceptable en ciertas comunidades. Existe un grupo local, llamado Backyard Chickens of Lee County (gallinas domésticas del condado Lee), que promueve esta actividad, y puede ser de ayuda en determinar si está permitida en su domicilio. El grupo mantiene páginas web, y se lo encuentra también en Facebook, donde ponen noticias de próximos encuentros. Como regla general, y asumiendo que Ud. resida en un área que lo permite, 4 a 6 gallinas, en una estructura alejada de la vivienda, son generalmente suficientes para las necesidades de una familia. Por supuesto, no es necesario mantener un gallo, ya que las gallinas producirán huevos de todas maneras. Además, su canto podría irritar a los vecinos. Una gallina joven y saludable, con buena alimentación, producirá casi un huevo diario durante los meses frescos. En el verano, la producción cae considerablemente. Es posible comprar gallinas en el primer año (pullets), listas para poner, por unos $20 a $25 en el mercado de Ortiz y granjas en Buckingham, pero la opción más económica es comprar pollitos de días de edad en un country store como Futrals en Palm Beach Blvd. por $1.50, y alimentarlos nosotros mismos hasta que llegan a la madurez.
De todos modos, el foco de este breve artículo no son los pollos caseros, sino la producción de vegetales; en caso de existir interés, con gusto presentaremos un artículo sobre animales, pero por ahora, pasemos a la huerta doméstica. ¿Qué elementos la componen?
- Una o más áreas dedicadas al cultivo de hortalizas y hierbas. Idealmente, necesitamos sol directo en el invierno, y sol matinal, o filtrado, en el verano. Fácil acceso a agua para el regado. En la mayoría de los casos, recomiendo la construcción de "raised beds", es decir, cajas sin fondo de unos 8 pies por 4, y un pie de alto. La razón está en la calidad de los suelos de nuestra zona, que son pobres, arenosos. Tras colocar la caja, trabajaremos el suelo original, aflojándolo y removiendo malezas, y luego llenaremos las cajas con tierra negra. Es posible comprarla en bolsas en tiendas como Home Depot, así como en Forestry Resources (MLK Blvd y Michigan); para proyectos más grandes, se pueden comprar camionadas de tierra suelta, incluyendo desechos cloacales compostados. También es buena idea agregar fertilizante orgánico, como estiércol de vaca o gallina, compostados, disponibles comercialmente.
- Arboles frutales: históricamente, para nuestra zona de la Florida, los frutales mejor adaptados son mango, aguacate (palta), y cítricos. También se dan bien las bananas enanas, uvas "muscadine", y muchas frutas tropicales y exóticas, como lychees, carambolas, papayas, y tamarindos. Y no olvidemos otras que, sin ser árboles, también aportan fruta a nuestra dieta, como cerezas de Suriname, frutillas (fresas), blueberries (un arbusto), o piñas (ananás, una broméliada).
- Area de compost: compostar significa permitir a la Naturaleza degradar materiales orgánicos hasta que sus nutrientes se encuentran disponibles para ser absorbidos por los cultivos. Una manera simple de realizarlo es construir una estructura con tres pallets, donde introduciremos materiales como peladuras de fruta y verdura, cáscaras de huevo, borra de café, hojas y plantas muertas del patio, alternando capas de materiales frescos y secos, mezclando con frecuencia, y permitiendo que el aire y el agua participen del proceso, manteniendo la pila húmeda y bien aireada. Pequeñas cantidades de desechos de pescado son aceptables, pero es mejor no introducir grasas ni otros productos animales. Los gusanos de tierra son muy beneficiosos en la pila de compost. Al cabo de unos 3-6 meses, dispondremos de este fertilizante orgánico producido en el jardín, para ir agregando a nuestras cajas de vegetales con cada estación.
- Area de permacultura: la permacultura significa estimular el establecimiento de plantas, la mayoría de las veces nativas, que benefician al hombre y al ecosistema, y que no requieren de cuidados especiales, como fertilizar o regar. Digamos que son plantas autosuficientes, y que proveen alimento o mejoran las condiciones para otros cultivos tradicionales. Un ejemplo serían los gandules (pigeon peas), que producen alimento, y a la vez mejoran los suelos, aportando minerales como nitrógeno. Otro ejemplo son flores nativas, que atraen insectos beneficiosos como las abejas y otros, que una vez en nuestro jardín, serán de utilidad al polinizar nuestras plantas de chiles o tomates.
En esta parte del mundo, la principal estación para la producción de vegetales es entre octubre y mayo, cuando las temperaturas bajan, el sol no castiga, y hay menos insectos perjudiciales. Durante esos meses, es posible producir una increíble variedad de cosechas, desde las más básicas como tomates y lechugas, hasta coles, espinacas, zanahorias, puerros, arvejas, pepinos, y mucho más. Con frecuencia, sin embargo, los jardineros aficionados me preguntan, ¿qué puedo crecer en el verano?
La respuesta corta es: berenjenas, chiles, frijoles (habichuelas), espinacas de Malabar, okra, melones, hierbas frescas, estropajo (luffa) y otros.
La respuesta más larga sería: el verano es un momento para preparar nuestra estrategia una vez que llegue el otoño-invierno. Construír nuestras cajas, y llenarlas con tierra. Una buena idea es plantar "cover crops", o sea especies que mejoran el suelo, como muchos tipos de legumbres, buckwheat, y otros. Estos cultivos crecen durante el verano, y luego los incorporaremos al suelo antes de plantar en octubre, ya que son un "green manure" (literalmente, "estiércol verde"), fertilizantes naturales que trocearemos con pala o azada y mezclaremos con nuestra tierra negra. El verano presenta dificultades para el jardinero, por culpa del calor, los mosquitos, los insectos dañinos que perjudican los cultivos, y la excesiva humedad. Muchas veces es mejor trabajar menos en el patio, y usar estos meses para planificar y construír. Muchas frutas tropicales se dan durante el verano, por eso es recomendable incluírlas en la huerta, justamente para disponer de comida fresca en esta época.
Pero para aquellos determinados a producir verduras, el consejo es concentrarse en los cultivos que detallaba en la "respuesta corta". Tener en cuenta que el sol de la tarde puede ser demasiado fuerte para muchas plantas, y cuando sea posible, tratar de que dispongan del sol de la mañana, y que el de la tarde sea filtrado por hojas y ramas (o toldos de sombra, de uso en agricultura, que bloquean 60% o 80% de los rayos), no directo. Y no olvidar que los insectos que pretenden devorar y perjudicar nuestros cultivos serán un problema: áfidos, moscas blancas, orugas y caracoles, etc. Mis propias convicciones son orgánicas, por eso nunca recomiendo pesticidas químicos. Cada problema tiene su tratamiento orgánico, como un spray de agua jabonosa, vinagre, trampas llamadas "de cerveza" para ahogar orugas, y más. Este tema solamente necesitaría un artículo por sí mismo, pero diremos que para la persona interesada en aprender más sobre control orgánico de plagas, existen buenos recursos, empezando por la oficina de extensión agropecuaria en Terry Park (IFAS), con especialistas como Roy Beckford que pueden contestar preguntas o entregar materiales de estudio a los residentes. Las bibliotecas disponen de libros especializados, así como acceso gratuito al internet para buscar respuestas. Y aquellos determinados en convertirse en mejores "granjeros urbanos" deberían considerar invertir algo de tiempo y dinero en clases personalizadas por parte de jardineros expertos. Una simple búsqueda en internet nos permitirá acceder a la información para contactar a grandes jardineros que constantemente ofrecen clases y seminarios, como Ben Pino y Andrea Guerrero de Heartland Gardens, o Millisa Bell, de The Unruly Gardener.
Por último, quisiera recomendar a los lectores que visiten el GreenMarket en la esquina de McGregor y Colonial un sábado a la mañana, ya que allí podrán conseguir plantas, fertilizantes orgánicos, sistemas hidropónicos, en fin, todo lo necesario para comenzar, pero más importante, podrán hablar con jardineros y productores locales, que les serán de ayuda en determinar que cultivar, cuando, como. El mercado cuenta con tres vendedores enfocados en la jardinería (B&D Organics, Green Goose, Oliver Gardens), así como productores como Ana Escalón (brotes orgánicos), Tadeo Camacho (lechugas hidropónicas), Brittain Farms, que es una de las pocas granjas genuinamente locales (localizada en Alva), y otros. El sitio web se encuentra en www.artinlee.org y también mantiene una página en Facebook para informar sobre actividades que desarrolla, nuevos vendedores, etc. No deje de prestar atención a estos anuncios, ya que durante el verano, el GreenMarket ofrece clases de jardinería gratuitas a los visitantes, y durante el mes de julio, gracias a un apoyo económico del Rotary Club de Fort Myers, estaremos enseñando un taller de Huertas Caseras para niños y familias, mostrando como construír las cajas, que plantar, así como consejos prácticos para optimizar y aumentar la cantidad de vegetales producidos en el hogar.